Según manifestó la principal afectada, Delvalle Pérez, cuando la gestión gubernamental anterior le pidió permiso para construir la zanja dentro de su propiedad ella aceptó porque le garantizaron que harían un surco con su respectiva tapa de concreto, el cual estaría siempre limpio sin que le ocasionara a ella o sus familiares problema alguno.
“Fue grande mi sorpresa cuando pasó el tiempo y me quedé con este hueco justo al lado de mi casa y en el espacio donde los niños podrían correr o jugar. Van años así y yo tengo que tolerar que el agua se estanque, porque el drenaje está sucio en diferentes puntos. Además, hoy día todo es peor, porque parte de los vecinos -viendo que la municipalidad no resuelve lo de las redes de aguas negras- instalaron allí tuberías para depositar sus desperdicios orgánicos. Entonces, ahora debo aguantar los malos olores y que la suciedad se derrame cada vez que llueve”.
Cuando Delvalle refirió que el conducto está sucio en diferentes puntos, mostró la cantidad de maleza que obstruye el paso del agua. “Aquí en el patio lo que hay es un cauce grande y largo, sin rejillas ni nada. Fuera de mi casa, una parte de la calle si fue bien preparada con cemento; pero, más adelante todo vuelve a ser de tierra otra vez y tanto el monte como los hongos que allí crecen hacen que el sistema colapse”.
Así mismo, la vecina explicó que el actual alcalde José Alejandro Martínez está al tanto de la situación. “Él vino a mi casa y se sentó conmigo hace mucho tiempo, prometiéndome que resolvería el problema; pero, no lo ha hecho. A mí lo que me parece peor es que prometan algo y no lo cumplan; porque, si desde el principio dicen que no, al menos nosotros no nos ilusionamos. Sea como sea, lo que sí está claro es que el embaulamiento es responsabilidad de los entes gubernamentales y nadie lo puede negar”.
Por otro lado, Fernando Fonseca, residente en la calle Sucre del mismo sector, dijo que hace 3 años tienen problemas con el alumbrado público y con el bajo voltaje. “Los electrodomésticos no funcionan o se queman porque la corriente nunca está en los niveles deseados. Aquí mismo vive una funcionaria de Corpoelec y no logra hacer nada al respecto. Imaginamos que la situación escapa de sus manos. Básicamente, como el transformador tiene más de 30 años de existencia y su capacidad es insuficiente para la cantidad de habitantes actual, se daña con cierta frecuencia. Lo que nos disgusta es que la citada institución del estado nos dice que nosotros debemos comprar nuestro propio banco de trasformadores, como si fuera algo accesible”.
Con respecto a los bombillos de los postes, Isdelice Pérez subrayó que en Corpoelec le dicen que la responsabilidad es de la Alcaldía y luego, en la Alcaldía, les piden una serie de papeles firmados por gran parte del sector. Lo mismo fue confirmado por Eloisa Fonseca, cuyas hijas deben salir de noche para cumplir compromisos religiosos, consiguiendo a su regreso a sus casas todo en completa penumbra.
Ante esto, Pérez -acompañada de otros habitantes de La Logia- dijo que su sector está abandonado, por lo que pidió al Alcalde que cumpla con aquello que ofreció, lo cual, además, es su deber. “El pueblo puede comprender que esta gestión heredó problemas que vienen de la negligencia de los otros; pero, quien asume un cargo debe encararlo con la mayor sinceridad posible. Aquí quedaron de hacer otro drenaje y no han venido. No hay aguas servidas, no hay asfalto y ni hablar del problema de la luz. Por eso, pedimos que nos ayuden lo más pronto posible.
Finalmente, todas las personas que prestaron declaraciones coincidieron en el mismo punto: “El Consejo Comunal no funciona”. Algunos comentaron que hace tiempo, otros líderes comunales lograron concretar el proyecto de una bloquera y unos postes de luz. “La bloquera dejó de funcionar porque un individuo se apoderó de eso sin darle uso. Luego, fue pasando el tiempo sin que los nuevos miembros logren consenso sobre aquellos puntos que discuten. Por ejemplo, recientemente se reunieron para definir el proyecto de viviendas y todo fue un caos, resultando que el proyecto aún está en cero”, manifestó Isdelice.
Ubicación estratégica
Por ser un sector ubicado en el centro de Guasipati, a solo un poco más de dos cuadras de la Plaza Bolívar, sus habitantes no comprenden el por qué de la desatención. “Dos calles que colindan con la avenida Urdaneta nunca ha recibido asfalto y así, podríamos detallar muchas cosas más”, acusó Fonseca.
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