En realidad, fue la mujer de Berlusconi la que destapó todo. Ocurrió en abril de 2009, cuando Veronica Lario escribió una carta pública a su marido echándole en cara que había estado en el cumpleaños de una chica que hacía 18 años cuando no había ido en su vida a los de sus hijos. La joven era Noemi Letizia, desde entonces muy famosa, y se armó un gran revuelo. ¿Tenía el primer ministro un lío con una menor? Ambos lo negaron, pero el caso estuvo plagado de contradicciones. Pero Lario dijo otras cosas de su marido: «No está bien» y «frecuenta menores». Y una frase muy actual: expresó su vergüenza por ver colas de chicas como «vírgenes que se ofrecen al dragón para lograr éxito y crecimiento económico».
Lario también arremetió contra el hábito de su marido de llenar las listas electorales de tías buenas. «Basura política», la definió. Entonces se hablaba de treinta candidatas de este tipo que iban a ser enchufadas en los comicios europeos. A la mujer el cabreo le venía de lejos, porque ya dos años antes había escrito otra carta de reproche a su marido. Entonces Berlusconi había ligoteado con unas bellezas televisivas en una gala y a una, Mara Carfagna, le dijo que si estuviera libre se casaba con ella. Luego la hizo ministra para la Igualdad de Oportunidades, femeninas se entiende.
El escándalo de Noemi Letizia acabó con el divorcio del matrimonio Berlusconi y una petición de Verónica Lario de 3,5 millones al mes de pensión. A partir de entonces el primer ministro ya vivía solo, aunque las fotos de 'paparazzi' de sus harenes de jóvenes en Cerdeña eran públicas desde años antes. Pero era un tema medio tabú. Es poco después, en junio de 2009, cuando estalla definitivamente. Una prostituta, Patrizia D'Addario, reveló que se había acostado con el mandatario a cambio de un favor personal, una ayuda en un trámite burocrático para una casa. Aunque el 'Cavaliere' no llegó a hacerlo y, en teoría, por eso D'Addario se vengó. Había grabado sus visitas con un magnetofón. Berlusconi negó ya entonces que pagara por una mujer. No obstante, tras D'Addario salieron muchas como ella y se destapó un sistema de prostitutas que acudían a la casa del primer ministro en Roma, Palazzo Grazoli. Un empresario, Giampaolo Tarantini, declaró que llevaba y pagaba él a las chicas sin que lo supiera Berlusconi para ganarse el favor del magnate en sus negocios. El 'Cavaliere' sobrevivió por los pelos.
Ahora tiene novia
Sin embargo el caso actual parece más peliagudo. Una de las bazas de defensa del líder del centro-derecha ha sido muy curiosa: alega que ahora tiene novia y es formal. Muchos creen que se lo ha inventado, pero ha empezado la quiniela por saber quién es. Se habla de Roberta Bonasia, una joven de 26 años, Miss Turín, que aparece en algunas grabaciones como favorita de Berlusconi. Su padre y su hermano, al ser preguntados estos días si ella es la novia del 'Cavaliere', han respondido: «¡Ojalá!». Así está Italia. Pero ayer salían otras filtraciones que lo ponen en duda. En ellas Bonasia cuenta cómo el mandatario le pide sin parar que le consiga chicas y otras misses para los fines de semana. Además, como se esperaba, la revista del corazón 'Oggi', propiedad de Berlusconi y que en estos casos echa la casa por la ventana en reportajes hogareños del primer ministro, ayer presentaba a una posible novia. Una tal Evelina Manna, actriz de tercera fila que ya intentó enchufar hace unos años en la RAI. Manna revela conmovida que ha dormido con él «haciendo la sillita, abrazados» y que toma caramelos de menta para el aliento. Por respeto a la mujer que está con él.
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