viernes, 1 de octubre de 2010

LOS MANIFIESTOS ROSACRUCES


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MASONIC PAPERS

by R.W.Bro. LEON ZELDIS


 
En el año 1614 apareció publicado en la ciudad de Cassel, Alemania, un pequeño volumen en alemán conteniendo una Epístola al lector, la "Reforma General de Todo el Mundo", que es una traducción al alemán de un capítulo de un libro por el italiano Traiano Boccalini, titulado Ragguali di Parnaso, es decir, "Noticias del Parnaso", y un pequeño folleto de unas 16 paginas, con un largo título en alemán, que comienza “Der Fama Fraternitatis, dess Loeblichen Ordens des Rosenkreutzes, etc." y concluye con unas respuesta a la Fama escrita por un tal Hesselmeyer antes de la publicación de la Fama.
            Al año siguiente, es decir en 1615, apareció en la misma ciudad de Cassel otro volumen conteniendo varios escritos, y también otro pequeño folleto en latín, con el título Confessione Fraternitatis R. C. Ad Eruditos Europae, con 64 páginas divididas en 14 capítulos.
            Estos son los textos conocidos como los Manifiestos Rosacruces, conocidos por comodidad como la Fama y la Confesión, en base a los cuales se edificó toda la legendaria historia de la Orden Rosacruz. A estos dos manifiestos se agregó, en 1615 un tercer librito en alemán titulado Las Bodas Químicas de Cristián Rosacruz, que describe el proceso alquímico empleando la metáfora de una boda simbólica. El autor de esta obra es con certeza Johann Valentín Andraea, y se supone que fue él mismo quien escribió los manifiestos.
            ¿De que  tratan los manifiestos?
            Comencemos por la Fama. Después de algunas observaciones preliminares, agradeciendo a Dios por el progreso de la humanidad en las artes y las ciencias, el descubrimiento de la mitad del mundo que estaba ignorada, el autor describe la historia del Hermano Cristián Rosacruz o, en el original, Christian Rosenkreutz, el cual, aunque era hijo de nobles padres, fue entregado a un monasterio a la edad de 5 años. Allí aprendió Griego y Latín, allí trabó amistad con el Frater (hermano) P.A.L. y movido por su deseo de aprender, decidieron viajar juntos a Tierra Santa. Aunque dicho hermano murió en Chipre, C. R. siguió adelante, llegando a Damasco con la intención de seguir luego a Jerusalén, pero no sintiéndose bien, se quedo allí y gracias a sus conocimientos de medicina encontró favor entre los Turcos. Esto recuerda un poco la historia de Maimónides. En Damasco Rosenkreutz encuentra también los sabios de Arabia, que habían descubierto los secretos de la naturaleza, y Rosenkreutz, a la edad de 16 años, es recibido por los sabios de Damasco que le enseñan sus misterios y el idioma árabe, para que pueda traducir el libro M al latín. Se queda en Damasco tres años, y luego viaja a Egipto, donde no se queda por mucho tiempo, y de allí viaja por mar a Fez, donde sigue estudiando, y aunque encuentra que su magia y su cábala estaban corruptas, encuentra algo de valor en ellos. Después de dos  años sigue viaje a España, donde discurre con los sabios de ese país, mostrándoles donde estaban en error. Pero esos sabios tenían miedo que los nuevos descubrimientos mostraran que habían estado equivocados, y no aceptan sus lecciones, y lo mismo le sucede en otros países de Europa. C. R. regresa finalmente a Alemania, donde establece su hogar y reúne algunos discípulos; con tres de ellos: G.V., J.A. y J.O. establece la Fraternidad de la Rosa Cruz, con solo cuatro personas. Con ellos crean un lenguaje mágico y un diccionario y allí comienzan a escribir el libro M agregando otros cuatro hermanos a la fraternidad, todos alemanes menos uno, todos solteros y vírgenes.
            Los ocho hermanos de la fraternidad deciden viajar separados por el mundo, enseñando y aprendiendo. También se comprometen a seis obligaciones: que solo curarían los enfermos de forma gratuita, que no usarían una vestimenta especial, sino la que se acostumbra en el lugar donde se encuentren, que cada año deben juntarse en el hogar de R. C. o excusar su inasistencia, que cada hermano debe buscar alguien merecedor de ser su sucesor, que la palabra Rosacruz debía ser su sello, marca y carácter y que la Fraternidad debía permanecer secreta por 100 años.
            Tal como lo acordaron, los hermanos se reunían una vez al año, intercambiando experiencias y conocimientos.
            El primero en fallecer fue el hermano J. O., quien fue enterrado en Inglaterra, aunque el lugar de su tumba no fue revelado.
            Después de la muerte de J. O., Rosenkrantz llama a los hermanos y prepara su tumba. Eventualmente fallece y el lugar de su entierro se ignora, ya que todos los hermanos originales fallecieron a su vez sin revelar el secreto.  Después de varias generaciones, es decir, 120 años, los hermanos descubren la entrada a la tumba de Rosenkreutz y encuentran que se trata de una bóveda de  siete lados y esquinas, cada lado de cinco pies de ancho y con ocho pies de altura. La bóveda estaba iluminada con un sol interno (¿quizás se trata de luz eléctrica?) En el centro, en vez de lápida había un altar con una  placa de bronce con una inscripción  enigmática. El piso estaba dividido en triángulos. En fin, no voy a describir en detalle la bóveda donde se encuentra finalmente el cuerpo incorrupto de Rosenkreutz, pero sí puedo decir que se parece mucho a una cabina de una nave espacial, créanlo o no. Lo que nos interesa como masones es la presencia de tantos símbolos o referencias a lo que cien años más tarde aparecería en los rituales masónicos de las logias especulativas.
            Haciendo los cálculos cronológicos, resulta que la tumba fue descubierta en el año 1604.
            El texto concluye anunciando que ahora ha llegado el momento para una reforma general del mundo, de cosas divinas y humanas,  Termina haciendo un panegírico de la fe cristiana, y condenando a los alquimistas y magos y haciendo un llamado a todos los eruditos de Europa que se incorporen a la Fraternidad por el bien de la humanidad y su progreso.
            El Segundo manifiesto es un tratado teológico, que condena al Este y al Oeste, lo que significa el Papa y Mahoma, y enfocando la fe en Jesucristo. El autor defiende de diversas maneras la Fraternidad Rosacruz y condena a quienes la atacan, proclamando nuevamente la reforma universal que debe llegar.
           
Estos panfletos provocaron gran expectación en los círculos ilustrados de Europa, y hubo muchos que pretendieron ingresar a la fraternidad, pero tropezaron con un pequeño inconveniente: ¿Dónde se encontraban los hermanos Rosacruz? Nadie lo sabía. La idea, sin embargo, de que había llegado el momento de una reforma, en que la profusión de los conocimientos llevaría a la unión de los hombres dentro de en una confraternidad universal, atrajo a muchos pensadores.
            No cabe duda que estas ideas también inspiraron a los fundadores de la masonería especulativa en las décadas siguientes.
            Es por demás conocido que uno de los primeros eruditos sin relación con el oficio de construcción, iniciado en una logia masónica, fue el anticuario inglés Elías Ashmole (1617-1692), iniciado en octubre de 1646. Ashmole no sólo estaba interesado en la alquimia, las ciencias ocultas, y los Rosacruces, sino que fue uno de los miembros distinguidos de la Royal Society, una de las primeras academias de ciencias, en la que participaron varios masones también implicados en la fundación y primeros años de la Gran Logia de Londres. Uno de los fundadores más activos de la Royal Society fue otro masón, Robert Moray, iniciado en la logia de Edimburgo el 20 de mayo de 1641. La logia de Edimburgo, Mary's Chapel, existe hasta hoy, y en su templo, en el borde superior de las cuatro paredes están escritos los nombres de sus Venerables Maestros desde el año 1599.
Ashmole coleccionaba los escritos de John Dee, a quien respetaba como un mago, e incluso intentó poner en práctica algunos experimentos mágicos. En 1652 publicó una colección de ensayos alquímicos titulado Theatrum Chemicum Britannicum que tuvo gran repercusión.
            La alquimia constituía un tema de gran interés para los estudiosos de aquel tiempo. Newton, por ejemplo, era entusiasta alquimista. Robert Boyle, uno de los pioneros de la física – quién no recuerda la ley de Boyle, que a una temperatura fija, la presión de un gas varía inversamente a su volumen – era otro entusiasta de la alquimia, y la alquimia, como hemos visto, estaba íntimamente relacionada con los Rosacruces.
            En 1638 apareció publicado en Edimburgo una descripción en verso de la ciudad de Perth y sus alrededores. El poema incluye las siguientes cuatro líneas:
 
                        "Pues lo que vaticinamos no es en general,
                        porque somos hermanos de la Rosa Cruz;
                        tenemos la palabra del Masón y vemos lo oculto,
                        lo que va a pasar podemos predecir correctamente."
 
            Es decir, ya en 1638, apenas 20 años después de los Manifiestos, y 80 años antes de la fundación de la primera Gran Logia en Londres, se expresa públicamente una relación entre Rosacruces y Masones.
            En una carta escrita en 1730 aparece la siguiente declaración: "Los Francmasones ingleses han copiado algunas ceremonias de los Rosacruces y hacen grandes esfuerzos para persuadir al mundo que derivan de aquellos y que son las mismas ceremonias." (Douglas Knoop, G.P. Jones y Douglas Hamer, Early Masonic Pamphlets, Londres 1978, p. 235.)
            Sabemos que la masonería en el siglo XVIII experimentó una proliferación de ceremonias y grados. No existía entonces una disciplina regulando lo que se podía o no se podía hacer en una logia, y lo que sucedía es que las logias ejecutaban ceremonias de las más diversas índoles sin control alguno.
            Eventualmente algunas de estas ceremonias o grados – y hubo cientos de ellas – fueron codificadas en los llamados Ritos masónicos. Sólo en 1813, cuando se fusionaron las dos Grandes Logia de Inglaterra, de los Antiguos y los Modernos, declararon que la Masonería de Oficio (Craft Masonry) comprende sólo tres grados, incluyendo el Arco Real como complemento del tercer grado.
            Algunos de los Grados – los llamamos Grados aunque en realidad se trata de ceremonias que imparten alguna lección y conceden algún nuevo título al iniciado – tenían contenido específicamente cristiano. Muchos fueron reunidos en los grupos de grados superiores de Rito York, como los Caballeros de Malta, de Constantino, los Templarios, la Orden Real de Escocia y otros.
            También el grado Rosacruz tuvo un trasfondo claramente cristiano, ya que su relación con la Pasión de Jesús es irrefutable. Sin embargo, como lo he demostrado en otro Balaustre, el simbolismo del grado puede tener otras explicaciones, relacionadas con el esoterismo sin significado cristiano.
            Lo que nos interesa en este momento es otra pregunta, el por qué haber incluido el tema Rosacruz en la escala de ceremonias del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Este grado aparece como el eje, el punto de equilibro entre los grados relacionados con el Templo de Salomón, los Grados de Venganza enfocados en la leyenda de Hiram Aví, y los grados caballerescos y Templarios que le siguen.
            Para contestar esta pregunta, no encuentro mejor camino que referirnos al detallado libro escrito por el Querido Hermano Rizzardo da Camino, un serio investigador brasileño, que en su obra O Príncipe Rosa-Cruz e Seus Misterios  (Madras Livraria e Editora Ltda., São Paulo. 1996. Fax (011) 959.3090) hace un análisis de la historia, el simbolismo y la liturgia de nuestro grado.
            Aunque los detalles del ritual son diferentes de los que conocemos en Israel, los elementos principales son los mismos.
            Comienzo por explicar que la ceremonia de Iniciación en el Grado 18° debería en realidad realizarse en tres templos separados, la Cámara Negra, la de los Suplicios, y la Cámara Roja.
            En nuestro ritual, siendo que no contamos con tres cámaras separadas, al finalizar el trabajo en la Cámara Negra con las tres circunvalaciones, salen los Caballeros Rosacruz, mientras se prepara el Templo para las Cámaras segunda y tercera. Al comienzo de los trabajos en la Cámara Roja, nos encontramos en realidad en la Cámara de los Suplicios, y es en esta parte de la ceremonia cuando se despliega la piedra cúbica para revelar la rosa-cruz. Los candidatos entran a la Cámara de los Suplicios, con las luces apagadas, y sólo después de escuchar la leyenda sobre la búsqueda de la palabra perdida, concluyendo con la pronunciación de I.N.R.I, se encienden las luces simbolizando el ingreso a la tercera cámara, la Roja.
            Observemos los motivos principales de la ceremonia:
1)         Los viajes relacionados con las tres virtudes: Fe, Esperanza y Caridad o Amor.
2)         La rosa mística, rosa del silencio y el misterio, de cuyo corazón salen los cuatro brazos de la cruz.
3)         La palabra perdida, cuyo significado esotérico lo representa la frase Igne Natura Renovatur Integra. Por el fuego, la naturaleza se renueva íntegramente.
Nuestro ritual es un relato de sacrificio y renovación. La esperanza es la luz inextinguible que permite recuperar la fe y la caridad, equivalente al amor. Hablando de amor, en la época renacentista e incluso antes, la palabra amor era una especie de código contra el papado, la iglesia católica en general, por su intolerancia y rigidez. ¿Cómo así? Porque escrita al revés, Amor es Roma, es decir, Amor es la antítesis de Roma, del Vaticano y todo lo que representa. Por eso, los Fideles de Amor, la orden esotérica a la que perteneció Dante, eran fieles enemigos de Roma.
Amor también se puede leer a-mor, es decir, la negación de la muerte. El amor es la clave de la inmortalidad.
            La leyenda de Cristián Rosacruz también tiene otro detalle que la relaciona con nuestra Orden, el hecho de encontrarse la tumba de CR en una bóveda, debajo del altar. Esto se refiere directamente a la leyenda del Grado del Arco Real, la bóveda bajo el Templo de Jerusalén.
            Pero hay más. Pensemos un poco en el significado de la iniciación masónica, especialmente a ceremonia de exaltación. No cabe duda que representa un rito de muerte y resurrección, así como lo es la Pasión de Jesús. Si tomamos todo el conjunto de grados del REAA, del 4° al 33°, se trata de 30 grados, el grado central es el 15° de entre los 30, o sea el 18° en la serie completa de 33 grados.
            Ya hemos mencionado en otra oportunidad que las ceremonias del REAA se repiten en ciclos, se concatenan. La Iniciación es una ceremonia de purificación, el Aumento de Salario es una ampliación de los conocimientos del Aprendiz, preparándolo para dar el último paso, el de la muerte simbólica y su transfiguración en Maestro Masón.
            Los grados de la Logia de Perfección, a su vez, completan y amplifican la leyenda en que está basado el 3° Grado. Luego, la nueva muerte/resurrección del Grado 18 prepara al candidato para su progreso a los grados filosóficos, caballerescos, del 19 al 30. Los últimos tres grados son "Administrativos", pero sin violar ningún secreto, les puedo revelar que en el último grado, el 33°, el candidato vuelve a encontrar el simbolismo de la Cámara de Reflexión, cerrando así el círculo de su vida masónica.
            Los Masones somos una fraternidad universal, nuestra cadena abarca la tierra, y en nuestros templos se hablan todos los idiomas; todo esto es reflejo de la leyenda Rosacruz. Los Masones también trabajamos por el progreso de la humanidad, y los viajes de Cristián Rosacruz los repite el candidato que ingresa a la Masonería, y sigue viajando simbólicamente mientras asciende por la escala de grados, la Escala de Jacob, hasta alcanzar el empíreo de la sabiduría.

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